lunes, 19 de enero de 2015

Amazonas: la selva impredecible y olvidada

Amazonas: la selva impredecible y olvidada: "Quince minutos antes de aterrizar el capitán dijo que las condiciones en Leticia no eran las mejores, era posible un aterrizaje no planeado en Iquitos, Perú. Cinco minutos después el capitán volvió con esa voz áspera y pastosa que sale de los parlantes de los aviones: “Parece que hay posibilidades, intentaremos aterrizar en el Aeropuerto Internacional General Alfredo Vásquez Cobo, de Leticia”. Entre esa crema densa de nubes, si alguien de lejos hubiera visto el intento, ignorando las luces que parpadeaban, pudo creer que el avión enorme era un pájaro herido que se precipitaba hacia el suelo.
Antes de salir de Bogotá todo estaba bien en la selva, el clima era óptimo —comentaron algunos—, el Ideam reportaba normalidad, poca nubosidad, pero en el mundo planeado y digitalizado de la ciudad se olvida que eso es una contradicción, que la selva es todo menos normal, todo menos predecible.
En Leticia no paraba de llover y el calor abrazaba. Freddy, guía turístico experimentado que lanza datos como la guerra colombo-peruana de principio del siglo pasado o que, por la que pasábamos era la Avenida Internacional, nos recibió con un chiste manido: “Bienvenidos a la P.M. —y sonrió victorioso—: a la Punta del Mapa”. En la selva impredecible, diez minutos después, había dejado de llover.
La Avenida Internacional en Leticia es una calle con grandes grietas y de un solo carril, cuando se pasa a Tabatinga, Brasil, después de cruzar la frontera que es una estación de Policía en la que nadie vigila; es ahí, en Brasil, donde la calle si se vuelve Avenida, al menos porque ya tiene cuatro carriles y el pavimento es regular. Freddy dice que, aunque Leticia es capital, en comparación con Tabatinga está muy mal, y que a veces los adolescentes prefieren estudiar del otro lado de la frontera, porque es mejor. El olvido, sin embargo, viene a cada lado, aunque en Colombia está más amañado, dice Freddy.
Lo que sí hay en Leticia es publicidad política: de la reelección del presidente Juan Manuel Santos —con sus afiches regados por todo el municipio—, y en la sede de Óscar Iván Zuluaga —con sus afiches regados por todo el municipio.
El periodista Fernando Mejía dirá días después: “Aquí hay un problema, es que casi todos los gobiernos prometen y no cumplen, porque la región no tiene peso político, son representantes que llegan al Congreso con 1.600 o 2.000 votos y eso no es un capital político grande, entonces les paran muy pocas bolas”.
Es tiempo de lluvias y el Amazonas, dicen algunos indígenas, se mete entre cinco y quince kilómetros selva adentro, en el malecón —en lo que hay de él: un tramo de unos trescientos metros que está inconcluso desde hace seis años, pese a que el Gobierno aprobó recursos por 9.000 millones de pesos— las barcazas se aprietan sobre el río que parece un animal dormido y, sin embargo, un perro blanco atraviesa de orilla a orilla, avanza lento y seguro, inadvertido.
En Leticia, desde 2008 están construyendo 218 casas que iba a entregar el gobierno de Álvaro Uribe Vélez; hace unos meses estuvo Germán Vargas Lleras, prometió 200 casas en un terreno cercano a la pista del aeropuerto, porque Leticia no tiene para donde crecer porque está rodeada de resguardos indígenas y reservas naturales, tampoco se ha montado el primer ladrillo y sólo hay un valla.
En la comunidad indígena Yaguas, días después, María, una mujer que llevaba un oso perezoso colgando en el cuello, y que tenía una cicatriz ancha y profunda en la mano izquierda, me diría que esa era la marca de su desobediencia: no descanso el día de reposo, como el pastor le había enseñado: “Porque yo creo en el Señor, yo soy evangélica, y ahora hay un misionero en mi casa, ellos son los que vienen acá a darnos buenas noticias” n
CLAVES
Los atractivos en el departamento
1. El parque de los loros es uno de los mayores atractivos de Leticia, cada día llegan miles de aves.
2. La triple frontera, el exotismo de estar a un paso de Brasil y Perú, es un orgullo para los habitantes.
3. Los deportes extremos son una novedad en Amazonas, se practica el arborismo y el cánopi."



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